La Celebración de la Pascua en mi ciudad natal de Jalisco, México, es muy diferente a la manera de celebrar en los EE.UU. Crecí sin una visita del conejo de Pascua y sin tener que buscar los huevos de Pascua.
En México, la celebración es muy diferente; la Semana Santa da inicio el Domingo de Ramos, que conmemora el día en que Jesús entro a Jerusalén y fue recibido con aplausos y palmas. Las cuales los católicos bendecimos en la iglesia, utilizamos las hojas de palma para tejer cruces que colgamos en el espejo de los carros, en la pared de la sala de la casa, negocios y oficinas. En los tres últimos días de la Semana Santa, no hay clases en las escuela y tampoco se trabaja.
El primero día de cuaresma, los católicos tenemos una misa especial llamada miércoles de ceniza, en la cual nos ponemos una cruz de ceniza en la frente. Utilizan cenizas tomadas de Domingo de Ramos del año pasado. Ese miércoles marca el inicio de un período de ayuno y rezo que termina el Domingo de Pascua.
Los Católicos mexicanos evitamos el consumo de carne roja durante la Semana Santa, ya que eso representa el cuerpo de Cristo. En su lugar comemos mariscos. Una de mis comidas favoritas de Semana Santa son las tortas de camarón con nopales, hechas con camarón seco, huevo, nopales cocidos en una salsa de chile guajillo con especias y cilantro.
Para el postre me encanta la famosa capirotada, que se prepara solo en esta época del año. Contiene pasas, almendras, pacanas y esta endulzada con piloncillo.
Para ver la receta completa de la capirotada visita austinfamily.com.
Rocio Barbosa, madre de dos hijas, vive en Round Rock.
