P: Mis hijas, de 4 y 7 años, tienen dos mascotas que son muy viejas: un gato llamado Ping Pong y un perro llamado Bubba. Al perro le han diagnosticado cáncer y le han dado un pronóstico de tres meses o menos de vida. Estas mascotas son como miembros de la familia. No tengo ni idea de cómo enfrentar esta situación con las niñas cuando una de sus mascotas muera. ¿Qué consejo me podría dar? 

 

R: Cualquier lector que tenga mascotas entenderá la idea de que una mascota es un miembro de la familia y lo triste que se puede poner uno tan solo de pensar en la muerte de una mascota. Las mascotas duermen con muchos de nosotros. Nos proporcionan comodidad y diversión. Nos hacen saber que somos queridos cuando otros nos rechazan. Invertimos mucho tiempo y dinero en el cuidado de nuestras mascotas.

 

Los felicito por querer tener un plan en mente cuando una de sus mascotas muera, así estarán más preparados para manejar la situación, especialmente con sus niñas. Aquí hay algunas sugerencias para ayudar a sus hijas a enfrentar la situación de tener una mascota enferma o que ha fallecido:

 

  1. Ayude a sus hijas a identificar sus sentimientos y a hablar sobre estos sentimientos. Las niñas probablemente experimentarán tristeza, por supuesto. También pueden experimentar ira, negación, miedo, culpa, y muchos otros sentimientos.

 

  1. Proporcione apoyo y afecto. Utilice una voz suave y confortable.

 

  1. Siempre que sea posible, ayude a su hija a despedirse de la mascota mientras aún está viva.

 

  1. Sea honesto al explicar la muerte. Los niños pequeños suelen ver la muerte como algo temporal e incluso reversible. Pueden preguntar: “¿Qué pasa si me porto muy bien, volverá la mascota?” De los seis a los ocho años, los niños empiezan a desarrollar una idea algo mejor de la muerte, sin embargo, no suele ser hasta los nueve años cuando entienden que la muerte es permanente. Puede explicarles a los niños pequeños que la mascota no volverá a despertarse. Explique la muerte como lo haría con la muerte de una persona. Puede explicar que se han ido a un lugar mejor donde no hay dolor ni enfermedad.

 

  1. Si usted es religioso, evita decir que Dios se llevó a su mascota. La niña podría preocuparse por quién más decidirá Dios llevarse. 

 

  1. Informe a los maestros de sus hijas sobre la muerte de la mascota para que comprendan mejor cualquier sentimiento de tristeza o pérdida que puedan experimentar sus hijas en la escuela.

 

  1. Los niños necesitarán tiempo para recordar a la mascota y hacer cosas como escribir poemas o historias sobre ella, hacer un álbum de recortes, ayudar a planificar un servicio conmemorativo o participar en el entierro con su ayuda. Es posible que desee tener flores o velas para agregar a la ceremonia y marcarla como especial.

 

  1. Si su hija no quiere hablar, espere hasta que esté lista. Cada persona afronta la muerte de forma individual. 

 

Tenga en cuenta que ayudar a sus hijas a enfrentar la muerte de una mascota puede ayudarlas a aprender cómo lidiar con otras pérdidas que también se presentan a lo largo de la vida. 

 

Betty Richardson, PhD, RN, CS, LPC, LMFT, es una psicoterapeuta con sede en Austin.

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