P. Siempre temo la hora de abrir los regalos en mi casa, porque los niños cuentan los regalos y suman el valor en sus cabezas. A menudo me acusan de favorecer a uno más que al otro. ¿Debería contar las cajas o asegurarme que mis recibos sumen la misma cantidad?
R. Usted no está sola tratando de resolver los dilemas de dar regalos. Al investigar este tema, encontré mucho desacuerdo. Pero no se estrese demasiado: en mi propia práctica a lo largo de los años, no he conocido ningún cliente que entrara en terapia porque recibió menos regalos de Navidad, comparado con un hermano. Puede suceder, pero sospecho que es raro.
Betsy Brown Braun, autora de You’re Not the Boss of Me: Brat-proofing Your Four- to Twelve-Year-Old Child, señala que los padres pasan mucho de su tiempo enseñando a los niños que lo justo significa igualdad, pero están creando las expectativas de igualdad en otra áreas de la vida de sus hijos, y no siempre va a ser así.
Al hablar con algunas madres, encontré muchas ideas y soluciones diferentes para dar regalos. Aquí están algunas de sus grandes sugerencias:
- Si los regalos de un niño van a costar más que los demás, hable con todos de antemano para hacerles saber lo que va a suceder y que con el tiempo el gasto será igual.
- Si uno de los niños quiere o necesita algo que está sobre el presupuesto del regalo, haga que el niño gane algo del dinero para el regalo.
- Si usted decide mantener los regalos iguales en número, haga lo que hace un empleado del Austin Family, que es darle a cada niño un número simbólico de regalos (como tres regalos para igualar el número llevado por los tres hombres sabios). O haga lo que otro miembro del personal hace, que es dar regalos en categorías (como uno cosa que quiere, una necesidad, una para usar y una para leer).
- Haga el proceso de abrir los regalos algo divertido para que se enfoquen menos en la cantidad y el valor de los regalos. Usted podría crear una búsqueda de tesoro o poner un pequeño regalo en una caja, luego en una caja más grande y cada vez en cajas más grandes.
- Pídales a los niños que hagan o compren regalos el uno para el otro, a una persona en una clínica de ancianos o a un vecino de edad avanzada. Esto les permite experimentar la alegría de dar y a la vez aprender lo difícil que es encontrar el regalo “apropiado” para alguien.
- En lugar de dar regalos materiales, opten por gastar el dinero de Navidad en una experiencia familiar compartida o un viaje. Anime a los niños a investigar destinos, mantener un diario del viaje y después crear un álbum de recuerdos.
- Considere la posibilidad de unirse a una organización que ofrece micro créditos como KIVA, en el cual usted poner dinero en cuentas para prestar a extranjeros alrededor del mundo para construir recursos comunitarios o iniciar un pequeño negocio. Este regalo dura mucho tiempo; conforme los préstamos son reembolsados, el dinero se vuelve a prestar para ayudar a más personas. Muchos de nosotros aquí en Austin tenemos pequeñas necesidades y grandes deseos, mientras que otros en nuestro mundo tienen grandes necesidades.
- Hable con sus hijos sobre la apreciación y gratitud. Cuando reciben regalos, ayúdenlos a escribir y enviar notas de agradecimiento. Escribir notas de agradecimiento les ayuda a los niños a desarrollar la consideración con respecto a los demás.
- Manténgase enfocada en el motivo de la temporada navideña, de acuerdo con su propia religión y creencia.
Tal vez usted puede tomar estas sugerencias, añadir su propio toque personal y llegar a diferentes ideas para hacer su Navidad menos loca y más agradable para usted y su familia.
Betty Richardson, PhD, RNC, LPC, LMFT, es una psicoterapeuta situada en Austin que se especializa en ocuparse de los problemas de niños, de adolescentes y de padres.
¿Tiene una pregunta para Betty Richardson? Envíanos un email aquí y es posible que veas la respuesta en un próximo número.