P. Mi hija y yo tuvimos una discusión acalorada el otro día. Mi esposo estaba allí, y él tomó el lado de mi hija. Desde entonces, todo esto me ha estado molestando y mis relaciones con mi esposo y mi hija se han visto afectadas. ¿Cómo puedo arreglarlo?
R. Creo que muchos padres pueden relacionarse con esta situación. En primer lugar, no piense que simplemente por disculparse y hablar sobre lo malo o lo mal que se siente arreglará las cosas en su familia. Otros cambios deben ocurrir, y pronto. Usted y su esposo necesitan estar de acuerdo en la crianza de su hija. Nunca es demasiado tarde para convertirse en un mejor padre y criar a sus hijos en armonía junto con su cónyuge.
Podría ser útil encontrar un momento en que su esposo esté en un estado de ánimo receptivo o crear ese momento. Si no sabe cómo hacerlo, lea el libro “The 5 Love Languages” de Gary Chapman. Le ayudará a identificar la mejor manera de que usted y su esposo establezcan conexiones. Por ejemplo, a los hombres a menudo les gusta escuchar cuando hacen algo bien (palabras de afirmación). A las mujeres a menudo les gusta tener a alguien que haga algo por ellas (actos de servicio) o darles un regalo (recibir regalos).
Luego, hable con su esposo sobe cómo puede cambiar su comportamiento para ser mejores padres juntos. Aquí hay algunas sugerencias.
- Póngase de acuerdo. Aplazar las decisiones de padres hasta que los dos puedan hablar sobre ello juntos. Cuando su hija solicite una respuesta, puede decir: “Tengo que hablar sobre esto con tu padre” o “Tengo que pensarlo y te doy una respuesta más tarde”.
- Dejar ir cualquier competitividad. Esté consciente del deseo de querer ser el mejor o el padre favorito, y de esta manera convertir a su pareja como la persona “mala” en la mente de su hija. Apoye y respete a su esposo como padre e insista en apoyo y respeto a cambio.
- Establecer reglas juntos. Como familia, hablar y establecer algunas reglas en el hogar. Publique estas reglas y espere que todos las cumplan o paguen una consecuencia razonable. Cuando su hija rompe una regla o se involucra en una mala conducta, está bien decir “no” y apéguese a ello, incluso si su hija está haciendo un berrinche. La otra cara de esa moneda es que está bien decir “sí” modificando una regla (por ejemplo, cambiar la hora de llegar a casa) sólo cuando ambos, tanto usted como su pareja, están de acuerdo.
- Ofrecer amables recordatorios. A veces, si siente que su esposo no la está apoyando en la forma de criar a su hija, simplemente recuérdele algo como: “Recuerda, estamos en el mismo equipo.” Incluso podría desarrollar una señal de mano (como las que usan algunas parejas cuando quieren irse de una fiesta) para que la puedan usar cuando uno de ustedes esta tomado decisiones sin consultar al otro. Las señales a menudo pueden ser mejores que las palabras.
- Nutra su relación con su esposo. Es tranquilizador para los hijos ver a sus padres mostrar amor y respeto el uno por el otro. Sentirse seguro ayuda a un niño a sentirse confidente y facilita que sea mejor en la escuela. Intente nunca decir nada con coraje ya que podría arrepentirse más tarde. Una muy buena madre que conozco señala: “Una vez que suena la campana, no se puede retroceder.”
Además de estas sugerencias, recomiendo el libro “How to Talk So Kids Will Listen & Listen So Kids Will Talk.”
Para los lectores que son padres que crían juntos a sus hijos en situaciones de divorcio o separación, algunas de las sugerencias anteriores siguen vigentes. Es posible que esté extremadamente enojado con su ex pareja, pero debe dejar a un lado esos sentimientos cuando se trata de criar juntos a sus hijos.
Betty Richardson, PhD, RNC, LPC, LMFT, es una psicoterapeuta situada en Austin.
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