P. Tenemos dos niños, uno de tres y otro de ocho años, que son muy selectivos con la comida. ¿Debo preparar comidas separadas para cada uno de ellos? Me pregunto por qué los niños y los adultos se vuelven selectivos con la comida.
R. Hay varias razones por las que los niños se vuelven selectivos con la comida. A menudo, los niños pequeños quieren ser independientes y tener el control. A algunos niños no les gustan los sabores fuertes ni nada crujiente. Además, los niños más pequeños observan a sus hermanos mayores en busca de señales. Si el niño mayor es selectivo con la comida, a menudo el más pequeño imitará ese comportamiento.
Aquí hay algunos consejos actualizados para ayudar a los niños a salir de la fase de “ser selectivo con la comida”.
- No sea un cocinero a la carta. Prepare una comida para la familia. Preparar comidas especiales para los niños puede agravar la situación.
- Sirva nuevos alimentos en pequeñas cantidades durante al menos 15 días. Los estudios han demostrado que después de 10 a 15 días, los niños comenzarán a incorporar y disfrutar de un nuevo alimento.
- No soborne a sus hijos para que coman ni los castigue si no se lo comen. Si un niño rechaza un alimento, no le ofrezca otra cosa. Sobornar y/o castigar fomenta el ser selectivos con la comida.
- Involucre a sus hijos en la planificación de las comidas y en la cocina para ayudarlos a apreciar muchos tipos de alimentos.
- Use lo que los nutricionistas llaman puentes alimentarios para introducir nuevos alimentos con colores, sabores y texturas similares. Por ejemplo, si a un niño le gusta el pastel de calabaza, pruebe el puré de camote.
- Establezca un horario de tres comidas y tres meriendas. Si un niño se salta una comida, hay una merienda programada para más tarde, cuando tenga hambre.
- Oculte vegetales en alimentos y bebidas. La espinaca se puede ocultar en un batido. La espinaca es una fuente de calcio que los niños necesitan para fortalecer los huesos. El espagueti puede esconder pequeños trozos de apio, pimiento, cebolla y zanahoria. Los dips para verduras o las galletas saladas también pueden contener verduras.
- Enséñele a sus hijos a utilizar el enfoque de “La mordida, no, gracias” cuando prueben un alimento desconocido. En este modelo, los niños tienen que probar, dándole al menos una mordida a un alimento o comida diferente y después son libres de decir “No, gracias”. De esa manera, sus hijos están probando algo diferente y también están aprendiendo a ser educados.
Betty Richardson, PhD, RN, CS, LPC, LMFT, is an Austin-based psychotherapist.