P – Le temo a los días festivos. Mi esposo, mis hijos (2, 5 y 9) y yo repartimos los días festivos entre cada una de nuestras familias. Su familia se apresura a criticarme a mí y a los niños. Algunos miembros de mi familia extendida me sacan de quicio. Para reducir el estrés, quiero que lleguemos tarde e irnos temprano. ¿Soy la única que se siente así o hay otras personas que experimentan una tensión adicional durante los días festivos? ¿Puede identificarse con este problema? ¿Qué puedo hacer para que las reuniones familiares sean más divertidas?
R – No está sola. Muchas personas encuentran las reuniones familiares abrumadoras y un ataque a su salud mental. Me identifico con su situación. A la familia de mi padre no le gustaba mi madre, y ella y yo lo sabíamos por su comportamiento hacia ella. Una tía siempre intentaba poner a los miembros de la familia unos contra otros. Más tarde me enteré de que un diagnóstico probable para ella era trastorno límite de la personalidad. Con el tiempo aprendí a hacer que las reuniones familiares fueran divertidas. Aquí hay nueve sugerencias que le ayudarán a elaborar una estrategia para su familia:
1. Hable con los miembros de la familia anfitriona. Dígale a cada anfitrión que desea que el evento sea divertido agregando juegos y actividades. Incluya a uno o más familiares para que le ayuden con los juegos.
2. Organice un sorteo del Elefante Blanco. Lleve algunos regalos adicionales para aquellos que no hayan traído uno.
3. Cuídese. Trate de verse y sentirse bien consigo misma.
4. Practique la meditación, ya que puede ayudar a calmar su mente.
5. Evite el diálogo interno negativo. Dígase a sí misma que puede manejar cualquier situación que surja. Cuando esté estresada, intente respirar por la nariz y exhalar por la boca para relajarse.
6. Discúlpese y retírese de las situaciones perturbadoras. Minimice el contacto con familiares difíciles y pase más tiempo con familiares con los que disfruta su compañía.
7. Cambie de tema si surgen temas potencialmente molestos. Mejor aún, presente el primer tema. Establezca límites. Haga una lista de temas más seguros, como viajes y deportes.
8. Trabaje con sus hijos antes de las reuniones familiares. Enséñeles y refuerce los modales que son importantes para su familia. Invite a los niños mayores a ofrecerse a ayudar durante las reuniones.
9. Pregúnteles a sus hijos, después del evento, qué fue lo que más disfrutaron de las reuniones familiares. Elija qué hacer nuevamente y decida qué intentar el año próximo.
Esperemos que estas sugerencias le ayuden a transformar las reuniones familiares desastrosas en eventos divertidos, donde se puedan crear recuerdos que durarán toda la vida y crear historias que se contarán a las generaciones futuras.
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Betty Richardson, PhD, RN, CS, LPC, LMFT, is an Austin-based psychotherapist.