P. Mi nuera e hijo están esperando su primer bebé. He criado a cinco hijos, por lo que trato de ayudarles consejos, pero parece que no quieren escuchar. Por ejemplo, miré los ingredientes en las vitaminas prenatales que mi nuera eligió, y no tienen suficiente ácido fólico y hierro. Encontré unas vitaminas mejores y le pedí a ella que las cambiara. Ella en lugar de eso, consultó a su obstétrico, quien le dijo que las vitaminas que ella seleccionó estaban bastante bien. ¿Cómo consigo que estos niños me escuchen y sigan mi consejo?
R. Indudablemente, tiene mucha experiencia con embarazos y bebés y puede ofrecer consejos valiosos. Pero los hijos adultos que tienen hijos no quieren por lo general que la mamá les diga que hacer. Como adultos pueden investigar por sí mismos y tomar sus propias decisiones.
Proceda con cuidado en su intento por ayudarlos. Hacer una pregunta es por lo general mejor que decirles que hacer. Algunas preguntas que puede hacerle a ellos son:
- ¿Han pensado en la cantidad de ácido fólico y hierro que necesita una mujer embarazada y por qué?
- ¿Qué alimentos creen que una mujer embarazada puede comer para ofrecer una buena nutrición al feto en crecimiento?
- ¿Creen que lo que come y toma la madre afecta al feto?
Las preguntas no se sienten como “que está mandando” sino como consejos. Las preguntas pueden orientar a su hijo y a su esposa a hacer algunas investigaciones y modificar lo que están haciendo.
Además de evitar consejos directos con la expectativa de que lo van a tomar, podría proveer a su hijo y su esposa con artículos, folletos y/o un libro o dos sobre lo que debe hacer y esperar durante el embarazo.
Cuando estos futuros padres tomen una buena decisión en el embarazo y después en el cuidado del bebé, le ayudará en su relación con ellos y aumentará su confianza en sí mismo si les deja saber que usted cree que han hecho bien.
En este momento, es posible que usted desee hacerse un par de preguntas. En primer lugar, “¿Podre alguna vez darles a mis hijos mayores y sus cónyuges algún consejo? y si es así, ¿cuándo? La respuesta es, “Cuando me pidan un consejo.” Y aun así, el ofrecerles varias buenas opciones puede ser mejor que un consejo de lo único que usted piensa que deben hacer.
La segunda pregunta es: “¿Por qué no puedo simplemente decirles lo que pienso que deben hacer?” La respuesta es que cuando les dice lo que piensa que deberían hacer, es muy posible que lo perciban como que está interfiriendo con su forma de hacer las cosas o simplemente que está siendo demasiado mandona. Si sienten que se está involucrando demasiado en sus vidas, pueden de repente o gradualmente, consciente o inconscientemente, disminuir la cantidad de tiempo que le permiten entrar en sus vidas.
Se espera que cuando llegue el bebé, su hijo y su esposa querrán aplicar su propio estilo de crianza para con su hijo. Si usted los cuestiona o desafiar demasiado, ellos podrían disminuir o cerrar algún grado de acceso a ellos mismos y a su nuevo nieto.
Es mucho más importante que desarrolle una buena relación con ellos, a que usted tenga la razón sobre las vitaminas prenatales o conseguir que sigan sus consejos. Una buena relación con sus hijos adultos—quienes pronto serán padres ellos mismos—es más probable que pueda acercarla más a tener todo el acceso a su nieto que necesita o desea.
Betty Richardson, PhD, RNC, LPC, LMFT, es una psicoterapeuta situada en Austin que se especializa en ocuparse de los problemas de niños, de adolescentes y de padres.
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