P. Mi hija adolescente fue víctima de acoso en la escuela primaria por un compañero de clase. Por suerte, se fue a una escuela secundaria diferente. Pero ayer, mi hija se enteró que ambos asisten a la misma escuela preparatoria. Me pregunto si debería hablar con sus padres o un consejero de la escuela. ¿Cómo puedo ayudar a mi hija a superar su miedo a ser nuevamente acosada?

R. ¿Me pregunto qué tipo de acoso experimentó su hija? El acoso puede ser físico, verbal o relacional. El acoso físico implica un comportamiento como patear, golpear, empujar, amenazar, robar o arruinar las pertenencias de otra persona. El acoso verbal incluye poner sobre nombres, insultar y burlarse. El acoso relacional incluye el negarse a hablar con una persona, excluir a una persona, humillar a una personal o difundir mentiras y rumores. A veces los niños y adolescentes—e incluso adultos—participan en el acoso verbal o relacional y no se dan cuenta que están siendo los acosadores. Dependiendo de la situación, aquí hay algunas cosas que una persona joven puede hacer para desalentar a un acosador:

1. Alejarse. No reaccione. El acosador quiere ver las emociones de la víctima, como el miedo o la ira.

2. Haga amistad con el acosador, y camine y hable con él o ella en la escuela.

3. Reporte al acosador a un adulto.

Usted menciono algunas cosas que puede hacer, incluyendo hablar con los padres del acosador. Si hace esto, le sugiero que no utilice la palabra “acosador” o “bully”, sino simplemente informar sobre el comportamiento que tuvo en el pasado. Los padres a menudo no saben cuando su hijo es un acosador y pueden ponerse a la defensiva al oír esa palabra. Que sepan que el comportamiento de su hijo fue en el pasado, y que su hija teme que comience otra vez.

Usted puede trabajar con los administradores de la escuela para asegurarse de que los estudiantes reciban información sobre que es el acoso escolar y cuáles son las consecuencias. Puede ayudarlos a desarrollar políticas acerca del acoso escolar, si es que todavía no existen.

Además, puede preguntarle a su hija si tiene algún interés en artes marciales. A menudo, los niños que son acosados se sienten con miedo, indefensos y sin esperanza. Ellos pueden desarrollar depresión, ansiedad, baja autoestima y querer faltar a clases o abandonar la escuela. Las artes marciales enseñan control impulsivo, autocontrol, disciplina, ética, confianza en sí mismo, coordinación y clama. Las artes marciales ayudan a reducir estados y sentimientos negativos. Yo inscribí a mi hija en el karate en la escuela primaria. Le dio la confianza para hacer frente eficazmente a los acosadores sin el contacto físico. Incluso defendió algunos de sus amigos varones de los acosadores.

Para los niños que son acosados repetidamente, toma tiempo para recuperarse. Los acosadores tienden a enfocarse en niños que son diferentes. Molestan a los niños que son más pequeños, más débiles o diferentes de alguna manera porque los mismos acosadores se sienten inseguros. Molestan a otros como una manera de sentirse más fuertes.

Un estudio publicado en la revista Británica de Medicina para el Desarrollo y Neurología Infantil encontró que los niños con ADHD tienen 10 veces más probabilidades de ser víctimas de acoso. Este aumento del riesgo de ser acosado se dice que es debido a que el niño con ADHD tienen dificultades para leer las expresiones faciales y es menos socialmente y emocionalmente maduro. Un niño con ADHD puede parecerles extraño o enfadoso a los acosadores.

En cuanto al trato con los acosadores, es una gran ayuda para un niño el practicar. Usted puede ayudar a su hija al actuar el papel del acosador y enseñarle a decir con calma y firmeza, “Deja de hacer eso”, y darle la espalda. También es de mucha ayuda encontrar nuevas actividades después de clases, nuevos amigos y cosas que espera con ilusión.

Para los niños que han sido traumatizados por frecuente acoso escolar (y los acosadores a menudo tienden a acosar una y otra vez), es de gran ayuda hacer preparativos para terapia con un profesional.

Betty Richardson, PhD, RNC, LPC, LMFT, es una psicoterapeuta situada en Austin que se especializa en ocuparse de los problemas de niños, de adolescentes y de padres.

¿Tiene una pregunta para Betty Richardson? Envíanos un email aquí y es posible que veas la respuesta en un próximo número.

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