P: Nuestra hija, Lucy, tiene ocho años y juega béisbol de ligas menores por primera vez. Mi esposo y yo hemos estado hablando sobre cómo queremos que ella aprenda a tener un buen comportamiento deportivo. Hemos asistido a algunos de sus partidos en donde los padres le gritan a los árbitros y los niños, y los padres se enojan abiertamente si pierden el partido. ¿Qué sugerencias tiene para nosotros?

 

R: El buen comportamiento deportivo es cuando los jugadores y los espectadores se respetan entre sí, a los padres, los entrenadores y los árbitros. Es cuando se siguen las reglas del juego. Es ayudar a levantarse a un jugador que se ha caído, ya sea de su equipo o un oponente. Es enorgullecerse de ganar, pero aceptar cuando se pierde sin dramatismo.

 

Aquí hay algunas sugerencias:

  1. Sea un modelo a seguir para el buen comportamiento deportivo, tal como se ha descrito anteriormente. Los niños se fijan en usted para ver un comportamiento aceptable.
  2. No insulte a los entrenadores, jugadores o árbitros. Hable en privado con el entrenador si tiene alguna inquietud.
  3. Asista a tantos partidos de su hija como pueda.
  4. Después de una competencia, no se enfoque en los ganadores y los perdedores. En cambio, puede preguntarle a su hija: ¿qué crees que hiciste bien durante el juego? ¿Hay algo que te gustaría haberlo hecho mejor? Esté dispuesto a trabajar en esas habilidades con su hija.
  5. Cuando su hija muestre buen comportamiento deportivo, reconózcalo. Por ejemplo, “Me gusta la forma en que le dijiste “buen juego” a tu oponente”. Hable también sobre el buen comportamiento deportivo que observó en el equipo contrario.
  6. Deje que su hija experimente ganar o perder honestamente cuando juegue con sus padres. Esto proporciona una oportunidad de trabajar en cómo perder amablemente.
  7. Otro enfoque para los padres que quieren enseñar buen comportamiento deportivo es involucrarse en un papel de liderazgo. Por ejemplo, ser entrenador. Algunos niños llegan al juego con un buen comportamiento deportivo (quizás aprendido en casa), mientras que otros necesitan que se les enseñe. Los niños sobresalen cuando se sienten orgullosos de sus padres, al decir “Mi papá es uno de los entrenadores”.
  8. Hable con otros padres sobre las organizaciones deportivas que más les gustan en su ciudad. Hágase una idea de si alguna de estas oportunidades funcionaría para su hija. Infórmese de lo que requerirá de usted.

 

Hablando con los padres, yo descubrí que muchos han tenido que sacar a sus hijos de un equipo con un mal comportamiento deportivo. Como padre, esté dispuesto a encontrar otro equipo con mejor comportamiento.

 

BettyRichardson, PhD, RN, CS, LPC, LMFT, is an Austin-based psychotherapist.

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