P.Mi hija de 13 años ha perdido el interés en cosas que ella solía hacer. No parece tener mucha energía. Está irritable la mayor parte del tiempo. ¿Podría estar deprimida, o es algún tipo de fase que las niñas atraviesan a esta edad? ¿Debo llevarla a ver a un profesional de salud mental?

R. Varios síntomas que menciona indican que es depresión. La mayoría de nosotros no pensamos en relacionar la irritabilidad con la depresión en la niñez y la adolescencia, pero este grupo de edad a menudo muestran su depresión en la irritabilidad. La falta de energía y la pérdida de interés en las actividades también son síntomas depresivos comunes. Usted no menciona otros síntomas, pero aquí hay algunos: pérdida de apetito, pérdida de peso, dormir demasiado o muy poco, sentimientos de inutilidad, culpa excesiva o inapropiada, incapacidad para concentrarse, indecisión y pensamientos recurrentes en torno a la muerte.

Por supuesto, su hija no tiene que tener todos estos síntomas para que un profesional de la salud mental identifique que está deprimida. Una persona puede tener un estado de ánimo depresivo sin un diagnóstico formal descrito en el Manual de Diagnóstico y Estadística de Trastornos Mentales (DSM-5) que utilizamos los profesionales de la salud mental.

Por otro lado, hay muchas causas posibles para los síntomas que muestra su hija. Ella podría tener un problema de salud físico, como alergias severas. Podría haber tenido una experiencia traumática o sufrir de miedos que no ha compartido con usted.

Mientras que los adolescentes a veces son un serio desafío para los padres, yo no podría asumir que esta es sólo una fase por la que su hija está atravesando. Le aconsejo que:

  1. Le haga una cita a su hija para un examen físico con el fin de asegurarse que no esté experimentando un problema médico que imita la depresión.
  2. Si el examen no identifica una causa médica, haga una cita con un psiquiatra o enfermero especializado con el cuidado de adolescentes.
  3. Haga un seguimiento con un terapeuta que trabaje con niños de 13 años. El terapeuta debe proporcionarle información sobre el comportamiento de su hija y algunas estrategias para ayudarla.
  4. Haga oportunidades para que su hija hable con usted. Si ella habla más en el auto o cuando la saca a comer un bocadillo, entonces haga que se den estas oportunidades. Su trabajo es escucharla y animarla a hablar usando frases como “sigue” o “dame un ejemplo”. A veces ayuda decir, “Déjame pensar en eso”, en lugar de apresurarse a ofrecerle consejos o decirle cómo resolver algo.
  5. Considere medicamento como un antidepresivo aprobado para este grupo de edad, sólo si los profesionales de la salud mental lo recomiendan.

Quiero señalar que los profesionales de la salud mental que conozco no aplican el medicamento a menos que parezca ser necesarios. Personalmente, no menciono la idea del medicamento si hay alguna otra manera de lidiar con los síntomas. Hay niños que tratan con estos problemas sin medicamentos. Y luego están los niños que fallan sin la ayuda del medicamento. En mi opinión, los niños que no tienen éxito debido a la depresión, merecen intentar con un medicamento prescrito y estrechamente monitoreado para ver si aumenta la posibilidad de tener éxito en la escuela, el hogar y otras áreas.

Lamento haberla dejado todavía preguntándose qué está pasando con su hija, pero si sigue algunas de las sugerencias anteriores, conocerá la causa de su comportamiento y aprenderá cómo mejorarlo.

Betty Richardson, PhD, RNC, LPC, LMFT, es una psicoterapeuta situada en Austin.

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