P. Séque la ansiedad de separación es normal, pero el comportamiento de mi hijo de dos años me parece extremo. Quiere estar en la misma habitación conmigo en todo momento, y hace berrinches si no puede verme. Después de pasar algún tiempo como ama de casa, pienso volver pronto a trabajar, y tengo que ser capaz de dejarlo en la guardería. ¿Puedo hacer que deje esta fase, o su comportamiento señala un problema más grande?
R. Los bebés pueden mostrar signos de ansiedad por separación tan pronto como a los seis o siete meses de edad, la mayoría de los niños “llegan a lo máximo” en su ansiedad por separación de 10 a 18 meses. Generalmente, la fase termina por la edad de dos años, pero aveces dura un poco más.
Usted puede ayudar a su hijo a desarrollar la permanencia del objeto (es decir, el saber que todavía existe aun cuando no la vea) con juegos como peek-a-boo, a las escondidas, o esconderse detrás de una puerta y luego asomarse. Asícomenzaráa entender el que “ahora te veo, ahora no; ah, todavía estas allí.”
Los cambios graduales pueden liberar a su hijo de esta fase. Trate dejándolo con una persona que conozca durante diez o 15 minutos y gradualmente extiéndalo hasta una hora más o menos. O contratar a un adolescente vecino para jugar con él mientras que usted estáa la vista, moviendo gradualmente el área de juego lejos de usted, y después eventualmente fuera de la vista. Para ayudar a su hijo a adaptarse a la guardería, primero llévelo a visitar las instalaciones mientras usted se queda con él para que se adapte a la maestra, cuidadores y otros niños. Uno de mis pediatras y autores favoritos, T. Berry Brazelton, apoya que se utilice un “objeto de consuelo”—un animal de peluche familiar, un pequeño juguete o una cobija—para ayudar a reducir la ansiedad de separación. Cuando usted lo deje, despídase de su hijo con una señal casual indicando, “esto es sólo parte de nuestro día, y ambos estaremos bien.”
A veces, los niños necesitan ayuda profesional para superar la ansiedad de separación. El Manual de Diagnóstico y Estadístico de Trastornos Mentales (DSM, por sus siglas en inglés) — tanto el reciente DSM V como su predecesor, el DSM IV — describen el diagnóstico de Trastorno de Ansiedad por Separación (SAD, por sus siglas en inglés). Para que un niño sea diagnosticado con SAD, los síntomas deben persistir por más de cuatro semanas, ser visto antes de los 18 años de edad y tener una “ansiedad excesiva y persistente más alláde lo esperado para el nivel de desarrollo del niño,” y cumplir una serie de criterios específicos. Además, según el DSM V, los síntomas deben causar “angustia clínicamente significativa o deterioro social, académica, profesional u otras importantes áreas del funcionamiento y no se explican mejor por otro trastorno mental.”
Veinticuatro meses de edad es demasiado pronto para saber si su hijo va a tener problemas mayores como SAD. Quizás le tranquilice saber que sólo el 4.1 por ciento de los niños desarrollan SAD y de este número, sólo alrededor de un tercio llevan el trastorno a la edad adulta si no es tratado. También estéconsciente de que nuestra cultura valora la independencia, pero en algunas culturas, los hijos están por lo menos con uno de los padres 24/7, y no hay preocupación por la separación.Veinticuatro meses de edad es demasiado pronto para saber si su hijo va a tener problemas mayores como SAD. Quizás le tranquilice saber que sólo el 4.1 por ciento de los niños desarrollan SAD y de este número, sólo alrededor de un tercio llevan el trastorno a la edad adulta si no se trata. También estéconsciente de que nuestra cultura valora la independencia, pero en algunas culturas, los hijos están con uno de los padres 24/7, y no hay ninguna preocupación por la separación.
Estoy seguro de que harátodo lo posible para ayudar a su niño a aprender a aceptar estar separado de usted en los momentos oportunos. Le he dado los criterios para SAD conforme su hijo va creciendo, si usted nota en él algunos de estos criterios, puede llevar a su hijo a que sea evaluado, y si es necesario, tratado por un psiquiatra infantil.
Betty Richardson, PhD, RNC, LPC, LMFT, es una psicoterapeuta situada en Austin que se especializa en ocuparse de los problemas de niños, de adolescentes y de padres.
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