Q.  Mi esposa y yo tenemos, cada uno, un hijo de matrimonios anteriores que viven con nosotros (uno de 14 y el otro de 12 años de edad). También tenemos dos hijos de nuestro matrimonio (uno de 4 y otro de 9 meses). Todos los niños compiten por nuestra atención. Se pelean entre sí por cosas como tiempo en la televisión, así como el tiempo en la computadora, o quién se sienta en el asiento delantero del automóvil. Una de sus exclamaciones favoritas es “no es justo”. ¿Podría ayudarnos a entender la rivalidad entre hermanos? ¿Es normal? ¿Hay cosas que nosotros como padres podemos hacer para minimizar la rivalidad y ayudar a los niños a construir fuertes lazos entre ellos?

 

  1. La rivalidad entre hermanos es normal. Es común que los hermanos y hermanas se peleen por la atención: quién tiene el control de la televisión o la computadora, quién obtiene las mejores calificaciones y muchos otros temas también. Los niños más pequeños suelen querer tener los mismos privilegios que sus hermanos mayores. Algunos niños envidian los talentos o las habilidades de sus hermanos. La rivalidad entre hermanos incluye insultos, chismes y competencia constante por la atención de los padres.

 

Los investigadores mencionan algunos aspectos negativos sobre la rivalidad entre hermanos, como que una rivalidad excesiva puede reducir la autoestima y contribuir a comportamientos no deseados, como el abuso de drogas en la edad adulta (Parents Magazine, How to Stop Siblings from Fighting, abril del 2008). Otras fuentes sugieren que las relaciones conflictivas entre hermanos en la infancia pueden conducir a relaciones adultas dañadas entre ellos. En algún momento, cuando la rivalidad es más que una competencia sana, querrá minimizarla y ayudar a sus hijos a crear vínculos fuertes. Tengo las siguientes sugerencias:

 

Formas de minimizar la rivalidad entre hermanos:

 

  1. Mi forma favorita de formar vínculos entre los niños es ponerlos en el mismo equipo. Mientras se esfuerzan por ganar en un juego, se están uniendo. También puede decirles cosas como “Ustedes dos son un buen equipo”. Felicítelos mientras trabajan juntos en una tarea del hogar o en una actividad divertida, como construir un objeto de Lego. El elogio podría ser algo como “Ustedes dos son un increíble equipo para la construcción de Lego”.

 

  1. Mantenga la calma cuando los niños estén peleando. Ayúdelos a encontrar formas de resolver el conflicto por sí mismos. Elogie a los niños cuando encuentren una solución juntos.

 

  1. Evite elogiar frecuentemente a un niño mientras critica a otro.

 

  1. Evite prestar más atención a un niño que al otro.

 

  1. Dé un buen ejemplo en las interacciones con su cónyuge u otros cuidadores de niños. Modele el comportamiento que quiere ver en sus hijos.

 

  1. Cuando escuches “no es justo”, no dé una explicación larga. Por ejemplo, cuando un niño reciba zapatos nuevos y el otro no, simplemente puede explicar que “Esta vez el hermano o la hermana necesitaban zapatos, pero tú no. Más adelante recibirás algo cuando lo necesites”. Dejarlo así.

 

  1. Cuando los niños no quieren compartir, use la táctica de mi madre: si yo no quería compartir un dulce, mi madre decía, “Sabe mejor cuando se comparte”.

 

  1. Desarrolle un horario para saber quién elige el programa de televisión, quién se sienta delante cuando solo uno de los padres está en el automóvil, y para otras actividades que forman parte de las disputas.

 

Con suerte, algunas de estas sugerencias lo ayudarán a minimizar la rivalidad entre hermanos y ayudarán a que sus hijos tengan vínculos más fuertes entre ellos.

 

Betty Richardson, PhD, RN, CS, LPC, LMFT, is an Austin-based psychotherapist.

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