R. La temporada navideña siempre deja a mi familia estresada y desganada. Los niños tienen el problema del “dame, dame”, siento la carga de tratar de visitar a la familia extendida fuera de la cuidad y cuando terminan las vacaciones, todos parecemos desencantados. ¿Cómo podemos cambiar este año para que nos sintamos felices y menos estresados?
P. ¿De dónde vienen el “dame, dame” de estos niños? ¿Usted estableció la expectativa de muchos regalos por excederse con ellos en el pasado? Ahora es el momento de corregir eso y enseñarles que la Navidad, Hanukkah o Kwanza es para otros, así como para ellos mismos, y hay una “razón para la temporada” que va más allá de los regalos.
Hágales saber lo que pueden esperar razonablemente este año. Podría ser un regalo grande y dos pequeños o una cierta cantidad monetaria que gastaría en cada niño. Algunas familias con niños pequeños tienen un regalo de Papá Noel y uno de sus padres. Algunos siguen una fórmula como un regalo que el niño quiere, uno que el niño necesita, un regalo para ponerse y otro para leer.
Además de recibir, existe la alegría de dar, que es algo que usted puede ayudar a sus hijos a experimentar. Tal vez tenga tareas extras en casa que sus hijos pueden hacer para ganar dinero y comprar un regalo para un amigo o participar en donar un juguete a una campaña que recolecte juguetes. Otra opción es que ellos hagan regalos o tarjetas navideñas para otros.
Aquí están algunas ideas más para traer alegría a sus vacaciones:
- Decida lo que tiene que hacer para que se sienta como la temporada navideña: ¿Galletas caseras? ¿Bizcochos? ¿Decoraciones o un árbol navideño? Involucre a los niños en lo que sea, por ejemplo en hornear o decorar. Hacer cosas en familia hace que estos momentos sean memorables y los acerque más. En cuanto a las galletas, creo que algunas variedades compradas en la tienda saben mejor que las que yo hago.
- Enfóquese en pasar tiempo con cada miembro de la familia en actividades des estresantes como leer, dar un paseo o ver una película navideña favorita.
- Comience nuevas tradiciones como cantar villancicos con amigos, participar en familia como voluntarios o entregar una comida navideña.
- Decida, junto con su cónyuge o pareja, en qué fiestas u otras actividades desea decir que “sí”, para que no tenga un horario excesivo.
- Pregúntese cuánto disfruta viajar para ver a la familia extendida y el tiempo que pasa con ellos. Si la respuesta es “no tanto”, tiene opciones; podría decirles que a usted le gustaría tener unas vacaciones sencillas en casa este año. Si quiere ser una persona especialmente considerada, pregúnteles cómo se sentirían si usted no asistiera a su casa estas vacaciones. Si disfruta del tiempo con ellos, piense en la manera en que podría hacer que el viaje sea más fácil y divertido.
- Hable con los miembros de la familia sobre cómo todos pueden hacer que sus vidas sean más sencillas y agradables. Ayer, hablé con una amiga que expresó su alegría por haberse hecho una persona minimalista. Ha dejado de comprar cosas que no necesita y ha reducido sus pertenencias. ¿Cuántos de nosotros compramos más de lo que necesitamos sólo porque algo es bonito o está en especial? A veces compramos regalos de Navidad que sabemos que los adultos en nuestra lista no necesitan o no estamos seguros de que les guste, sólo para que finalmente podamos terminar con nuestras compras. El regalo de un PAGARÉ para una experiencia posterior, como un viaje al parque de béisbol o al parque acuático, podría ser más divertido.
La idea es que se haga cargo de las vacaciones al frenar el impulse de gastar más de lo que debe o hacer más de lo que desea. No permita que el comercialismo y las obligaciones agote con sus expectativas.
Betty Richardson, PhD, RNC, LPC, LMFT, es una psicoterapeuta situada en Austin que se especializa en ocuparse de los problemas de niños, de adolescentes y de padres.
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