¿Cuántas veces ha pensado: “Me gustaría poder ser un pequeño ratón en la esquina del salón de clase?”

La mayoría de los padres quisieran poder echar un vistazo en el salón de clase de su pequeño durante el día. Pero más allá de la simple curiosidad, ¿es necesaria tal visita?

Hay varias razones por las que usted puede desear observar el salón de clases:

  • Su hijo/a puede demostrar habilidades o conductas en la escuela que usted no ve en su casa, o ver cosas en casa que no ocurren en la escuela. Al observar a su hijo/a en ambos ambientes puede ser útil para usted y la escuela.
  • Es posible que tenga preguntas sobre la rutina de la clase que no se tratan en las conferencias.
  • Es posible que sospeche que su hijo/a no está en la colocación más apropiada, y desea visitar el salón de clase para determinar si sus necesidades son atendidas.
  • Su hijo/a puede tener problemas de comunicación debido a una discapacidad. (En estos casos, la comunicación entre padres y maestros es vital. Como un socio en el sistema educativo, deberá recopilar información que se utilizará en la reunión de revisión anual de su hijo/a.)

Establecer la Visita

La mayoría de los maestros están dispuestos a atender las visitas de los padres, pero su escuela puede tener una política específica para observaciones. Planee con anticipación. Es muy raro que un padre pueda hacer una visita “imprevista”.

Hágale saber al maestro/a si existen actividades o habilidades específicas que a usted le interesa más ver. Algunas escuelas arreglan para que la acompañe un director o consejero. También necesitan estar al tanto cuando usted programe su visita.

Hacer una Entrada – o No

Usted puede imaginarse entrar en el salón de clase de su hija con los brazos abiertos y luciendo una gran sonrisa. Su hija es la primera en abrazarla, después el resto de los niños siguen, gritando suavemente la tumban al suelo al abrazarla todos juntos. Es una escena dulce, pero lamentablemente interrumpe totalmente la rutina académica del día.

Así que, ¿cómo debe comportarse durante una observación?

  1. No llame la atención. El objetivo principal de las observaciones es ver a su hijo/a en un día típico, el cual no incluye a un padre en el salón de clase. Trate de ser lo más desapercibido posible.

Las observaciones se programan durante el tiempo en que los niños se encuentran en su rutina. No se siente con su hijo/a; quédese en el asiento proporcionado. Cuando termine su tiempo de observación, sálgase silenciosamente y sin fanfarria.

  1. Limitar las interacciones con el maestro/a y los estudiantes. Usted está allí para observar, no participar. El maestro/a está trabajando y no debe ser interrumpido con preguntas, comentarios o charlas. Tome notas y escriba las preguntas para que pueda hacerlas más tarde.

Si un niño la saluda, no dude en decir “Hola”. Si le preguntan lo que está haciendo, conteste que está observando a su hijo/a. Entonces suavemente recordarles que vuelvan a su trabajo.

  1. Mantener privacidad. Enfoque su atención en su propio hijo/a. No haga preguntas sobre otros niños y sus servicios, discapacidades, comportamientos y logros. El maestro/a no puede responder a este tipo de preguntas, debido a las leyes de privacidad. Imagínese cómo se sentiría si otro padre observara a su hijo/a, y actúe consecuentemente.

Opciones y Alternativas

Hay muchas otras maneras de averiguar lo que está pasando en el salón de clase. Aproveche las ventajas de estos, y es posible que no necesite programar una observación formal.

  1. Casa abierta, noche de padres y conferencias. Aquí, los maestros reservan tiempo para responder a sus preguntas y conocerse. Asista a todos ellos. Tendrá la oportunidad de ver el ambiente de aprendizaje de su hijo/a, conocer al maestro/a y aprender las rutinas de la clase.
  1. Voluntariado. Desde poner hojas en las carpetas que se llevan a casa hasta colgar trabajos de los estudiantes, la mayoría de los maestros están felices de tener toda la ayuda que puedan obtener. El ser voluntario le permite construir una relación de confianza con el maestro/a de su hijo/a. También puede ayudar en la biblioteca o en la oficina. Éstas son buenas maneras para aprender más acerca del funcionamiento cotidiano de la escuela.
  1. Fiestas en el salón de clase. Mientras que las fiestas en el salón de clase no es la mejor manera para ver la rutina diaria de su hijo/a, puede darse una idea del ambiente en el salón de clase, cómo su hijo/a socializa con otros niños y cómo su hijo/a interactúa con el maestro/a. Incluso algo mejor que estar presente, es el ofrecerse como voluntario y llegar temprano para ayudar a organizar el evento o quedarse tarde para ayudar en la limpieza.

Usted tiene derecho a saber lo que está pasando en el salón de clase de su hijo/a. Observaciones de los padres son sólo un camino a este conocimiento.

Considere empezando por los caminos menos intrusivos, y si opta por sentarse en el salón de clase, asegúrese de estar en silencio como un pequeño ratón.

 

Jennifer VanBuren es una educadora, doula, y madre de tres hijos que vive en Georgetown.

 

 

 

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